Imagina estar gastando tiempo en redes sociales, creyendo que no estás haciendo más nada que pasando un rato de ocio y mientras vas deslizando, pasando y pasando contenido, te encuentras con algo que despierta tu curiosidad y empiezas a sentir chispas.
Hoy te digo que, aunque no lo creas, ¡pasar tiempo en redes puede cambiarte la vida para bien! Si tienes dudas, sigue leyendo para que conozcas la historia de Sara Amar, bailarina panameña que triunfa en Egipto como profesional de danza oriental.
Sara nos comparte que en el 2010 ya había terminado su primera licenciatura y estaba en la búsqueda de un nuevo pasatiempo, pues ya le había dado la oportunidad al football, jiu-jitsu, flag football y teatro. Todo cambió cuando vio un anuncio de danza.
“Inicié en el 2010 gracias a un ‘Facebook ad’ de la Escuela RUH que decía: 'ven a conocer el mágico mundo de la danza árabe', me dio curiosidad ese título... ingresé a YouTube para conocer más y decidí intentar y bueno aquí seguimos...", comenta Sara, quien describe este arte, a nivel personal, como “la forma más transparente de conocer tu cuerpo y a ti mismo”.
“(La danza) Es la forma de medir tus capacidades y limitaciones. Una forma de expresión, una forma de dar valor y hasta salvar vidas, es una forma de transformar y motivar. La danza puede ser tantas cosas, depende del valor que le des para ti o la que desees compartir con la comunidad y estudiantes”, comparte.
A la danzarina le gustó todo lo que abarca la danza, así que decidió inscribirse en la escuela y estuvo allí por 3 años. Relata que los años posteriores aprovechó el tiempo y empezó a asistir a diversos festivales locales e internacionales, en México, Colombia, España y Egipto, para “mejorar y crecer”.
Tanto fue el amor que Sara tomó a la danza que se trazó la meta de obtener una licenciatura en Bellas Artes, todo con la intención de entender mejor el cuerpo para bailar y enseñar mejor.
Todo este conocimiento la fue acercando a su destino: ser bailarina profesional y vivir experiencias que abarcan grandes eventos sociales y hasta a vídeos musicales.
Para Sara algunos de los “highlights” de su carrera han sido el ser seleccionada para bailar en Los Ángeles, California en el Ford Theater en Hollywood con Bellydance Evolution, en el 2014. También autoprepararse (en 2016) para participar en su primera competencia de danza en El Cairo. Quedó en el top 10 con bailarinas de todo el mundo y estudiar directamente con la maestra más importante de Egipto y el Medio Oriente, la reconocida Melda “Farida” Fahmy.
Una gran decisión
Después de aprender un montón sobre esta forma de expresión, foguearse en competencias y adquirir experiencias en distintos países, Sara decide mudarse a Egipto en 2018, para trabajar como bailarina profesional, algo que hace hasta la fecha.
“Luego de casi 7 años como estudiante, instructora y bailarina sentí que había llegado a mi límite. Entonces, decidí finalmente irme al ‘Broadway’ de la danza oriental que es El Cairo, Egipto para crecer en aprendizaje y en escenario”.
“Esta ambición surgió en el 2014 durante mi segundo viaje educacional a Egipto y luego de un 'reality show' de bailarinas en Egipto llamado "Al Rakesa" (The Bellydancer) ese mismo año. Llegué en verano, inicio de Ramadán, sin conocer el lenguaje, sin amigos y sin ninguna oferta de contrato, solo con el sueño de poder bailar y 4 vestidos en mi maleta”. Además, agrega que fue muy retador empezar a labrar su camino en un tiempo donde surgía un género musical nuevo, el cual no tenía referencia de cómo bailarlo.
“Esa generación (la mía) nos tocó idear el estilo y ver si nos aprobaban. Fue interesante ese proceso. Ahora basta con ver Instagram/TikTok y las nuevas ya pueden tener dichas referencias”, explica.
Llegada a Egipto, desarrollo y conociendo a la Policía Moral
A pesar de que Sara ya había estado en Egipto en tres ocasiones, el choque cultural fue “real”.
“La cultura es completamente diferente a todo lo que ven y saben. No tiene nada que ver con los valores inculcados, ni la forma de pensar nuestra, ellos se rigen por otras realidades. Tampoco es lo que ven en la televisión; Egipto es un país prometedor, con personas de todo tipo, una ciudad bastante moderna y con gente muy trabajadora… ¡hay de todo!”, dijo.
La panameña asegura que el país la ha tratado bien y que puso todo de su parte para aprender a hablar el idioma. “Inicié con una escuela para poder leer y escribir, posteriormente me enfoqué en aprender una palabra nueva diaria y leer mi lista cada día, hasta que tuve un vocabulario más amplio. No lo hablo perfectamente, sin embargo, puedo comunicar mis necesidades, molestias y cerrar ‘deals’ con clientes de manera clara. Me resultó importante aprender el idioma, tomar el tiempo de conocer a las personas, prestar atención a lo que conversan y por último ser siempre fiel a mis valores…con esto comprendí muchas cosas y pude tomar mejores decisiones, logrando así una experiencia muy bonita”, conversa.
Sara destaca que crecer como bailarina fuera del país es algo “nadie te enseña, simplemente vas aprendiendo y ajustándote a medida que creces. Dedicarle a cada detalle de tu físico, vestimenta, preparación logística para cada 'show', especialmente las bodas (que requieren perfección) sin dejar detrás los aspectos culturales de ese país. Es una gran lección y una sensación de autorrealización. Lograr ganarse a todo un público por medio del arte mezclado con entretenimiento no es tarea fácil y sin duda gratificante. Debe gustarte y será importante trabajar desde el corazón, y créeme…las personas lo sienten”.
También explica que las bailarinas extranjeras son conocidas “por poseer un mayor pulimiento en la técnica, más si se cuenta con una base como ballet por mencionar un ejemplo, mientras que las bailarinas locales conocen su música, gente e idioma. Las extranjeras hemos acaparado un gran espacio en el mercado vs. las locales. El tema es que cada bailarina logra encontrar su lugar y público".
Algo muy curioso que nos comparte Sara es que en Egipto existe la Policía de la Moral. “Ellos revisan todo lo que hacemos, específicamente: donde bailamos, nuestra licencia, que utilicemos vestuarios apropiados, con sus respectivos shorts debajo y forma de baile...nada que 'atente contra la moral'. Trabajan en conjunto con el sindicato de músicos. Tenemos nuestras opiniones al respecto, simplemente no se habla del tema”.
Danza en Panamá dirigida a bailarinas que van a competencias
“Previo a mudarme al Cairo, fundé Nour Danzas Árabes que por 5 años brindó clases presenciales, talleres y preparación para competencias en esta disciplina de danza. Debido a mi mudanza, Nour se ha mantenido como una plataforma online de asesoría para bailarinas, especialmente que van a competencia. La escuela ha sido reconocida por dichas participaciones al obtener 3 terceros lugares en competencias de nivel internacional. Una vez me retire de bailar comercialmente hay planes de retomar las clases presencial para todos y todas las interesadas”.